¿Lo sabías?

El eje comercial

Inicialmente la Corona de Aragón se centró en la península y, por tanto, en el mercado interior inicialmente de subsistencia y poco a poco reconvirtiendo los pequeños mercados locales en regionales, que se instalaban semanalmente por norma general. En ellos se podían encontrar gran variedad de productos originarios de los diferentes reinos peninsulares. En las grandes ciudades como Vic, Girona y Barcelona se celebraban mercados con cierta periodicidad y estas poblaciones estaban unidas entre ellas por el sistema viario construido por los romanos.

Con la obertura al comercio marítimo por el Mediterráneo se ensanchó su poder comercial, Barcelona pasó de ser un pequeño puerto sin ninguna relevancia a ir creciendo hasta consolidar-se como el centro comercial más importante de todo el mediterráneo durante los siglos XII – XIV. Crece el número de mercancías, el dinero circulaba a gran velocidad y se construyen las magníficas «Drassanes de Barcelona». El año 1283 las «Corts» aprueban un decreto que determina un régimen especial para aquellas ciudades que tengan un peso económico. Este decreto provoca que la institución municipal de Barcelona gane más importancia que el bicario real, de esta manera la ciudad puede regirse por si misma sin la intromisión de la Corona, tot y que este poder concedido por las «Corts» nunca supondrá una desvinculación del control real. Barcelona nunca se convertirá en una república, como Génova o Venecia, dado que la monarquía tiene el mismo interés en el comercio que los comerciantes catalanes. Ambos se darán soporte para financiar la expansión comercial.

Pero Barcelona no es la única ciudad de la Corona que experimentará un importante crecimiento, Valencia también lo hizo, durante el siglo XIV, se convertirá en la sucesora cuando Barcelona inicia su particular decadencia.