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Actividad

  • Theck ha actualizado una entrada en el grupo Logo del grupo RiF DespertaferroRiF Despertaferro hace 10 años, 3 meses

    ¿Lo sabías?

    La armadura pesada

    Utilizada por la caballería feudal. Las protecciones que llevaban aquellos guerreros a caballo eran diversas, así pues la primera pieza que se ponía un hombre de armas de aquellos tiempos eran los calzones de malla, una protección para piernas hechas de cota de malla. En el torso se ponía una camisa y encima una especie de túnica llamada gonela, por encima de ambas piezas se colocaba el «ausberg» corto (cota de malla), también llamado «gonió» en catalán, una evolución que acorta el anterior que cubría hasta las rodillas, y que protegía también los brazos y manos con una especie de mitones, todo y que el caballero, si así lo deseaba, podría sacar la mano por una obertura. El ausberg normalmente se extendía con una capucha protegiendo la cabeza, la nuca, el cuello y el mentón, donde tenía una obertura que dejaba la cara al descubierto llamada «ventalla» en catalán y bajo esta capucha el caballero llevaba una gorra acolchada. El «gonió» estaba confeccionado en cota de malla y cuando no llevaba capucha, el caballero llevaba una pieza llamada cofia, una especie de capucha independiente de cota de malla que reforzaba además las defensas de cuello y hombros.

    Por encima del «gonió» se colocaba el perpunte, hecho de ropa gruesa e incluso de cuero, que era como una especie de túnica larga y sin mangas (o mangas cortas) acolchada y repuntada, que representaba un excelente amortiguador de golpes y que algunas veces tenía elementos metálicos que la hacían más resistente. Esta prenda se llevaba por encima de la cota de malla, si bien lo primero en lo que pensamos es que el perpunte estaría debajo en vez de encima, para ofrecer una mayor comodidad al guerrero, y de hecho los caballeros franceses llevaban el chaquetón (el equivalente del perpunte) por debajo de la cota de malla, y esta diferencia era particularmente catalana. La lógica catalana era bien sencilla, el «gonió» era una pieza cara y difícil de obtener, y por tanto, se tenía que proteger.